viernes, 6 de abril de 2007

Rayuela- el problema de la Maga

Sin preámbulo alguno, me remito a tratar este problema que, según estimo, se nos habrá planteado a todos los racionalistas.

¿Se puede ser sin pensar?

La respuesta inmediata sería un rotundo sí, evidentemente, pero mi pregunta va un poco más allá:

¿De qué sirve pensar si podemos seguir existiendo sin hacerlo?

No quiero imaginarme sus caras ahora... aún así, mi pregunta va todavía mas allá.

¿Qué ganamos con pensar?

Podría responderseme que, aparte de las evidentes ventajas prácticas, administrativas, tangibles que el pensar representa, nos da un mayor entendimiento de la realidad. Y en ésto me centro.

La consecuencia lógica de semejante afirmación es de por sí incoherente... la sabiduría pasaría a ser el arte de saber más que el resto. Nuestro amigo Comte estaría encantado.

Lamentablemente, la experiencia nos prueba lo opuesto.

¿Y qué punto tiene la búsqueda de la sabiduría? En teoría, suponiendo que todo esto tiene sentido, nos hace felices.

Mi pregunta es, ¿qué acaso no hay gente "salvaje, bárbara, bruta" feliz?

¿Qué acaso la Maga, o qué acaso nuestra amiga Claire de Elizabethtown no se adecuaban mejor a lo que era esta vida? ¿Qué acaso el saber por saber, el cultivarme por cultivarme, no me lleva a ser un Oliveira... un bohemio, un infeliz?

¿Si el saber nos lleva a la inactividad, a la "protesta sin máscaras", al deprimirnos... no nos estará fallando algo?
"(...)
-Parto del principio de que la reflexión debe preceder a la acción, bobalina.
-Partís del principio -dijo la Maga- qué complicado(...)"